El almidón es un hidrato de carbono presente en muchos alimentos de origen vegetal, pero que nunca debería estar presente en los alimentos de origen animal.
Nosotros vamos a aplicar una técnica muy sencilla que nos permite detectar el almidón en distintos tipos de alimentos. Para ello vamos a aprovechar la propiedad que tiene de reaccionar con el yodo tomando un color azul oscuro o violeta. Normalmente, para esta reacción se utiliza un reactivo de laboratorio que recibe el nombre de lugol (disolución de yodo, al 5 %, y yoduro de potasio, al 10%, en agua).
Material:
Gradilla, tubos de ensayos, morteros, embudos, vasos de precipitado, placas de Petri, diferentes muestras de fiambres, embutidos y Lugol o Betadine.
Método:
En primer lugar hay que preparar el reactivo que vamos a utilizar y para ello es necesario diluir el Betadine en agua: mezcla 1 gota de Betadine con 10 gotas de agua.
Método:
En primer lugar hay que preparar el reactivo que vamos a utilizar y para ello es necesario diluir el Betadine en agua: mezcla 1 gota de Betadine con 10 gotas de agua.
En distintas placas de Petri pon pequeñas cantidades de los alimentos que vamos a analizar y añade una gota del reactivo a cada muestra. Prueba ahora con otros alimentos, por ejemplo, pescado o carne y comprueba que no contienen almidón. Observa los resultados y anótalos en una tabla.
Conclusiones:
Aunque el consumo de almidón no es perjudicial para la salud (el pan, las patatas y la pasta son mayoritariamente almidón) hemos podido comprobar como algunos fabricantes añaden almidón a sus productos sin avisarnos, vendiéndonos almidón a precio de jamón!! Esto suele ocurrir con algunos fiambres y embutidos baratos (jamón cocido, mortadela, chopped, etc).
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