Quizás, si no conocemos mucho Almería y oímos hablar de ella, el primer pensamiento que se nos venga a la mente sea el de una provincia árida, de duras estepas, desnudos escarpes y ramblas, sin casi vegetación, y con un paisaje semidesértico allá por donde fuésemos. Y en parte, es conocida mundialmente por la existencia de esos parajes, de condiciones climáticas tan extremas en el sur de Europa, con una riqueza natural y paisajística aún minusvalorada y por descubrir por la gran mayoría, a pesar de que el Parque Natural de Cabo de Gata encierra un paraíso ecológico sin igual. Pero si cabe, el conjunto de la provincia encierra una diversidad aún mayor, si nos desplazamos hacia el noroeste de la misma, como hicimos en el pasado jueves con los chicos y chicas de 2º de ESO, concretamente hacia el Parque Natural de Sierra María - Los Vélez, podemos disfrutar de unos de los bosques mejor conservados, tapizando escarpadas sierras que se vuelven blancas en invierno.
Esta masa forestal está compuesta principalmente por pino carrasco y encinas que ocupan las umbrías de la sierra y en los enclaves más húmedos se hallan bosquetes de pino laricio y caducifolias, por último, las cumbres serranas más altas están tapizadas de arbustos rastreros, sabinas y enebros, y en las zonas más extremas el piornal es la comunidad vegetal característica. Cabe destacar un ejemplar milenario de sabina albar que se encuentra a 1600 metros de altura y que ha sido declarado monumento natural. Esta diversidad de hábitats, permite la presencia de una diversa fauna, aves como el gavilán, el águila calzada, el águila real, el halcón peregrino o el búho real. Cabe señalar también algunos invertebrados exclusivos de las sierras béticas como la mariposa Parnassius apollo o Pseudochazara hypolite, solo presente en el sureste español.
Nosotros estuvimos visitando el Jardín Botánico Umbría de la Virgen, donde sus monitores, durante una ruta de senderismo nos aproximaron a los ejemplares botánicos más representativos del Parque Natural, así como los aprovechamientos tradicionales y medicinales que de esa diversidad vegetal hacían y siguen haciendo en algunos casos los habitantes de la zona. Talleres de reconocimiento de especies vegetales, el estudio de la dispersión de las semillas por el viento y la germinación de semillas en placas de petri fueron algunas de las actividades que nos tenían preparadas los monitores del Jardín Botánico.
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