Foto: TongRo Image Stock/Alamy |
En el periodo otoñal, las hojas tienen una pérdida de nutrientes
altísima, pues la precipitación es escasa y los días comienzan a ser
más cortos y menos luminosos, haciendo que la actividad de la
fotosíntesis pierda intensidad, con lo que los arboles tienen menos
cantidad de nutrientes, y las hojas pierden su componente clorofílico,
sustancia que les aporta su característico color verde.
Con la caída de los niveles de clorofila, las células de una capa de la
hoja se pierden, y estas son las asignadas de transportar los
nutrientes de la hoja al árbol, haciendo que poco a poco, el tejido
celular de dicha capa desaparezca y la hoja termine por separarse de la
matriz arbórea.
Un dato interesante del verdor de las hojas consiste en que
habitualmente estas contienen colores ocres, pero suele ser
ensombrecido por la clorofila, y, cuando esta desaparece, los colores
marrones y amarillos emergen, confiriéndole al otoño ese cariz, que
uniéndose con la caída de la luz y el acortamiento de los días hacen de
él una estación mucho mas melancólica y tristona. Más información en la página de National Geografic EspañaFuente: National Geografic
0 comentarios:
Publicar un comentario